30 de abril de 2011

Adiós.

A medida que nos acercamos a la muerte,también nos inclinamos hacia la tierra.Pero no a la tierra en general , sino a aquél pedazo a aquél ínfimo pero tan querido , tan añorado pedazo de tierra en que transcurrió nuestra infancia.(...)Siempre he añorado los ritos de mi niñez , con los reyes magos que ya no existen más(...) Hoy a esos reyes magos les pediría una sola cosa: que me volviran a ese tiempo en el que creía en ellos, a esa remota infancia , hace mil años(...) la irrecuperable magia de mi niñez , , con sus navidades y cumpleaños infantiles, el rumor de las chicharras en las siestas de verano...

Antes del fin.



Ernesto Sábato



29 de abril de 2011


Acá había una declaración de odio eterno e infantil.

En su lugar la borro pero lo describo, sólo para recordarme lo minita que puedo ser a veces.

Vergüenza, Catalina, Vergüenza debería darte.



Eso.



19 de abril de 2011

No es tan malo ser gusano…


Cuando repaso el tiempo pasado me da risa, no lo entiendo, me cuesta creer, es distante, es fácil, es lindo, pero no tanto aunque recién ahora lo sé. El tiempo es loco, sobre todo el pasado. Es movediso. Cuando justo pensás y decís “ahora no”, es, simplemente, y entendés lo que decía Cortazar en Rayuela sobre la lluvia que te cala los huesos cuando salís de un concierto y te dejás ser porque no tenés opción, porque solo a veces pasa, o nunca, pero ahora si.

Vivís, llorás, pensás que amás o amás y te aman hasta que lo haces de la forma correcta o más sana, con la persona ideal. Cuando no es ni aquello ni todo lo opuesto, cuando es, simplemente y sin cambiarle nada.


…algún día creceré y podré volar.

9 de abril de 2011

Sobre descargas y fernets a las 5 de la tarde.


Estoy enojada.

Con vos, conmigo. Con vos. Porque me golpeas todo el tiempo la puerta que ya cerré y no se, mirá, acá no estás, allá, quedate. Allá.

No quiero empezar con metáforas de mierda que amenicen lo que quiero decir. Y es esto: estoy enojada. Conmigo, con vos. Estoy enojada con mi orgullo y con el ser que quiero ser y soy y no me deja dormir a veces porque se engancha a escuchar como golpeas la puerta desesperado. Como seguís golpeando la puerta de la casa donde ya no vivo, donde vos tampoco querés volver, ni recordas el nombre de la calle, ni te importa pero golpeás, vás y tocás el timbre, te estrellas las manos, gritás mi nombre o el de cualquiera, porque no me querés a mi ni a mi recuerdo ni a mi compañía, querés eso que no tenés, eso que pensás que tuviste y perdiste pero no, no lo tenés ni tuviste porque no lo dejaste nacer, porque apenas asomaba lo tapaste porque no me querés ni me quisiste, te quisiste a vos al lado del espacio que ocupaba yo.

Y te quise y te quiero y te querré, habré dicho alguna vez y no mentía, pero estoy conociendo que la culpa es un sentimiento desagradable y muchas veces gratuito, mal distribuido. No me hago cargo, tomá, te lo mando por correo y abrilo vos porque tiene lo que esperabas, una puteada que te de por fin la razón para desearme la muerte que seguramente tenés pensada hace tiempo.


Mataste lo único bueno que te había dejado, el recuerdo que inventaste cuando nos despedimos.



2 de abril de 2011

Vientodestino


La metamorfosis había pasado hace tiempo y volaban juntos por los jardines de lugares nuevos por conocer, y por los altos techos de una habitación que hoy comparten, tejiendo con suspiros de un amor que ya no busca ser racional, ni mucho menos objetivo, que es sin pensar, sólo sintiendo, siendo.

Ella le deja una notita en la heladera que le recuerda a él cada vez que va a preparar el desayuno que:

“-Mi casa suena armónica cuando hablás vos.

-La cama es más reconfortable.

-Es más dulce despertar.

-Cocinar es divertido (casi siempre).

- Bailar es una actividad cotidiana.

-Soy más libre cuando me contiene tu amor.

-Se respira felicidad”.

Hoy vuelan o caminan o nadan o hacen fiaca en la cama, sonriéndose a milímetros de distancia todas las mañanas que les quedan por vivir.

Hoy aceptan sus alas y disfrutan su vida, intensamente vivida.

Recapitulación


Hace 6 meses, hoy, que me mudé. Que vivo sola pero más acompañada que nunca. Que riego las plantas, y preparo la cena. Cebo mate aunque esté sola. No tengo (tenía) computadora, ni televisión (Yo nunca vi televisión – 31 minutos). Yo empecé a aprender a ser realmente autosuficiente, insuficiente. Estoy feliz por dentro y por fuera y alrededor. Todo el tiempo. Sonrío más abiertamente, digo sin filtros o sólo con uno que es no lastimar. Y amo. Amo inmensamente desde hace 6 meses, o más, pero así es más intenso, colosal.

Soy libre, abro ventanas y puertas y mentes y corazón, él. Soy. Estoy. Hoy.

Haciendo real el sueño imposible de lograr que Hoy sea siempre el momento más feliz de mi vida.