10 de abril de 2016

"El sentir en letras" y pensarlo en imágen.

Esther me escribió ansiosa, me contó un poco sobre este proyecto que se presentaba y me dijo que quería que haga la foto.
“Ojalá que algún día nos crucemos en algún proyecto juntas”, dijimos y pensamos con el corazón ansioso hace tiempo… y “Sentir en letras” nos dio la oportunidad.


Adoré automáticamente este proyecto, en principio porque se trata de algo colectivo pero también porque nuclea a otrxs “amateur”. Lo que entiendo como un hacer o trasmitir “arte sin fines lucrativos”, por placer, por necesidad, porque les brota desde adentro y esas cosas son imposibles de frenar.
El semiólogo francés Roland Barthes explica esto de ser amateur como una “liberación” de los valores dela sociedad moderna, de masas;  pasar de ser simples consumidores de cultura, para volver a nuestro principio de humanidad que es la creación; volver a ser creadores para desalienarnos.
Creo que el arte salva vidas, porque nos conecta con lo más íntimo de nostrxs mismxs.
Soy amateur por vocación. Me especializo en docencia pero siempre digo que me encanta ser estudiante; aprender, escribir, sacar fotos, jugar.


Llevo una frase, de la socióloga boliviana Silvia Rivera Cusicanqui, como bandera: “unx mira con todo el cuerpo”. Crear es también dar a conocer algo propio.

Cuando empecé a pensar la imagen de tapa estaba confusa, tenía dudas, temores. Fotografié una máquina de escribir que me regalaron mis abuelos, también a mi biblioteca y algunas páginas de los libros que estaba leyendo. Todo tenía que ver conmigo de algún modo. Unx es espectador y espejo de su mundo.
Revolví mi casa, mis estantes, mis notas al pié, mis libretas. Revolví y ahí la vi; una grulla de papel que decía “…para desarmar…”,  recordé el momento en el que escribí la poesía que tenía dentro. Recordé el mundo que veía. Me gustó porque justo estaba todo ahí: la grulla de origami, la poesía, la memoria, las libretas y los deseos.
Apenas le mandé la foto Esther escribió como respuesta: “la encontramos, no busques más”.



Las grullas representan un deseo por concretar; una alegoría a la leyenda japonesa que dice que si deseamos fuerte algo, mientras construimos mil grullas, ese deseo se hace realidad.

“Ojalá que algún día nos crucemos en algún proyecto juntas”.