28 de diciembre de 2015

Te estuve buscando y me estuve buscando


“No te das cuenta lo que tenés hasta que lo perdés”, dice el dicho popular, que como todo dicho tiene tanto de verdad como de mentira. En este caso pensaba en cómo cuesta explicar el amor cuando unx lo siente porque pareciera que las palabras quedan cortas. Y quedan tan cortas las palabras que casi obligan a aparecer a las caricias, los abrazos, besos y acciones en general, que van diciendo cosas; una cantidad de cosas van diciendo, acciones que dicen cosas abiertas a polisémicas interpretaciones. Y es que en el acto de amar todo es maravillosamente imperfecto.

Amar como inevitable, pero también como decisión. Estoy acá, y te banco. Sé y siento que estás y me bancás. Te respeto y me respeto, y pensamos maneras de que nuestros mundos encastren sin raspones ni forcejeos, que vayan acomodándose con calma, con suavidad, tomándose su tiempo. Que las certezas que nos desbordan se nos vayan haciendo piel.

Somos grandes y venimos con mañas, pero también con cuantas ganas venimos.

Te amo “sonrisa de lata”, “lindo infinito”, “maravilla del mundo”.
Te amo entero, con fuerza, en tus constancias y en tus cambios, con cada parte del cuerpo.


Te estuve buscando por muchos lugares… te sigo buscando entre tus brazos, tus manos, tus dedos, debajo de las uñas, detrás de las orejas. Te estuve buscando y me estuve buscando por muchos lugares este año, estos años. Que bueno encontrarnos así, acá. Mmmm. Enteros.



21 de diciembre de 2015

Sobre la espiritualidad y lo político

a todas las personas que estos días me quieren dar clases de espiritualidad, quiero darles las gracias.
y explicar que en ningún momento las he pedido.
claro que me considero una persona espiritual.
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mi espiritualidad es disidente. 
no trasciende ni se escinde de las cosas del mundo.
mi amor no es un sentimiento que pueda anestesiar las injusticias 
ni acallar la memoria.
mi amor es un estado que se abre, 
que produce estallidos, que necesita accionar en pos de derechos esenciales.
de libertadades. de justicia. 
mi amor no amansa. 
más bien agita
hasta derrumbar todos los casilleros, todos los tabiques y los mandatos que me impusieron desde antes de nacer.
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mi amor se rebela ante los apropiadores de la palabra amor.


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mi amor dice que abrirse para estar en conexión con otras, otros, es un trabajo arduo. desobediente. 
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para abrir el pecho y que el corazón se abra paso, 
hay que hacerse un tajo que quede abierto ante el dolor de quienes menos tienen. de quienes son más diferentes a lo esperable. 
de los seres que se salen de los barrios del bien 
y de los casilleros de lo correcto.
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hay que hacerse un tajo de manera decidida y bancar el dolor.
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porque el amor lejos de ser anestesia te duele en el pecho, en el cuerpo.
y sólo después te trae un río de conexión 
que permite sentirte parte de la vida. 
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cada vez que me piden que ame renunciando a las luchas por derechos imprescindibles, 
mi cuerpo reconoce la violencia de ese discurso.
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no es la primera vez en la historia que se usa el amor para adoctrinarnos y tenernos quietas, quietos. en pasividad.
curioso, quien más uso ese discurso del amor y la espiritualidad (la iglesia) 
pasó por alto que jesús habló sobre todo a los pobres. 
a las putas. a los pescadores. a los leprosos.
a quienes estaban por fuera del buen orden social.
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amar es el intento de amar.
es una acción dedicidida de ir al encuentro.
incluso cuando ir al encuentro es no permitir que insultes mi inteligencia, que intentes imponer tu discurso por sobre mi percepción. porque eso no es encuentro: es obedeciencia.
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amar no es normal.
está más allá de las normas.
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no estoy diciendo que no necesito lecciones de espiritualidad porque sé todo esto que nombro. sino porque estoy en situación sostenida de aprenderlo.
en interpelación permanente.
con los ojos muy abiertos. mirando mucho.
en agitación y en riesgo.
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escribo esto hoy, 19 de diciembre.
hoy que hace 14 años un ángel salía al techo de un comedor solidario a putear. a alertar que ahí no había otra cosas que pibes comiendo. y fue bajado a balazos.
por amar.
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clodet garcía. teatrista. artivista feminista.

8 de diciembre de 2015

FLASH, Flash, flash


Lo miraba en fotos, entre tierna y caliente.

No paraba de pensar. Necesitaba ordenar y se sentó a escribir. Escribía y divagaba pensando qué quería ordenar, para qué, para quién. Caía en cuenta que la primera oración que escribía, cada vez que pretendía hacerlo, resultaba ser el eje conductor de la prosa. Hoy había empezado escribiendo “No le tengo miedo a nada”. Después de hacerlo siguió unas líneas más hasta que paró y se releyó:

“No le tengo miedo a nada”.

 El presente, el futuro, la familia, lxs hijxs y las mascotas. Tus rayes y los míos. No le tengo miedo a nada.
No creemos en el amor para siempre.
Decimos.
Amamos.

¿Hace cuánto? ¿Horas? ¿Días? ¿Años?
“…se tienen un amor esos dos”, venían diciendo las amistades.
…el amor para siempre.
Para siempre un montón de cosas.
Nos contradecimos.
Desconfiamos de todo lo demás,
salvo,
por momentos radioactivos,
del pequeño universo que somos
vos y yo

juntxs.


Reflexiones y nuevos rumbos.

Precuela de "Te Conozco".


Esta época del año me emociona. El cierre, las conclusiones, los balances. Mi pronto nuevo cumpleaños. El inicio de un año nuevo. Un cambio de página. Con sus rupturas, sus continuidades. Los síntomas de lo que fue… las cosas que se hicieron piel.

 Los deseos viejos y los nuevos: seguir trabajando la autonomía, la libertad, la coherencia; seguir buscando equilibrios, siempre; amar, amar y gozar.
Amar y gozar. Algunas ideas.
Entiendo el consumo del goce, el “aquí y ahora”, no como algo individual sino colectivo; necesito de otrxs. Para ir a contrapelo del individualismo no puedo dejar que el gozo se consuma mi propia existencia.  


Entiendo al amor como “lo que perdura”, “lo que trasciende”, lo infinito. Lejos quizás del deseo, de la pasión. 
El amor, 
simple, 
intenso.  
Arrasador.



Tengo la foto mental de su torso a contraluz. 
La fina vellosidad. 

29 de noviembre de 2015

Te conozco


te conozco desde siempre 
desde lejos 
te conozco 
te conozco como a un sueño 
bueno y viejo 
es por eso que te toco 
y te conozco. 
Te conozco.

7 de noviembre de 2015

Con tu voz y tus ojos.



“… ¿Se pueden inventar verbos? quiero decirte uno: yo te cielo, así mis alas se extienden enormes para amarte sin medida.
Siento que desde nuestro lugar de origen hemos estado juntos, que somos de la misma materia, de las mismas ondas, que llevamos dentro el mismo sentido. Tu ser entero, tu genio y tu humildad prodigiosas son incomparables y enriqueces la vida; dentro de tu mundo extraordinario, lo que yo te ofrezco es solamente una verdad más que tú recibes y que acariciará siempre lo más hondo de ti mismo. Gracias por recibirlo, gracias porque vives, porque ayer me dejaste tocar tu luz más íntima y porque dijiste con tu voz y tus ojos lo que yo esperaba toda mi vida.”


Fragmento de una carta escrita por Frida Kahlo en noviembre de 1947 a Carlos Pellicer.

29 de octubre de 2015

Yo necesito ver el sol de verdad




Y cierro las puertas y ventanas
Y busco en los recuerdos, las cosas muertas.
Y llegan cariños en formas diversas
Cariños conocidos, cariños nuevos
En forma de chocolates, flores, abrazos.
Con voces de niños, de mujeres, de amigues;
Con voces que retumban 
y susurran para que no tema
palabras como una brisa
que mueve las cortinas
que deja entrar el sol.

Ya no me queda tiempo para vos.


“Tengamos un acuerdo de sinceridad y no competencia” le dije enseguida, en cuanto noté que contrariando las palabras escritas estaban las prácticas cotidianas.

Los micromachismos,
la violencia y manipulación sutil
de reconocer todo pasado un tiempo,
nunca reflexionar en el momento;
El callar u omitir,
que es igual a mentir;
El hablar de respeto,
y que quede solo en palabras;
El hablar de querer,
pero no cuidar.
Plantear paridad, exigir y recibir;
No dar más que migajas…
migajas de besos,
migajas de abrazos,
migajas de sexo patriarcal,
migajas de “ayudas”,
migajas de “buenos ratos”.

“Un puto personaje de ficción”, una eterna repetición de citas.

Citas que nunca se te hacen piel, que repetís apurado y sin respirar para que nadie te interrumpa con algo que te saque el guión y quedes en orsai.
Citas que repetís porque el personaje las necesita, citas que no entendés, que no hacen a la cuestión. Citas robadas de libros, de amigos, de parejas. Citas, citas, citas, tantas citas que robás sin reconocer, citas que se contradicen con otras citas que se contradicen con lo que hacés.




“Parece más chico que vos”, me dijeron varias veces y no entendía.

Ahora entiendo.

Sos mínimo, una maceta pequeñita donde no me caben ni los piés.

28 de septiembre de 2015

¿Qué sabes de tu abuela materna?


(el desorden de las emociones)

Hace un par de días, con un grupo de personas hermosas presentamos el Colectivo Fotográfico Barrio Frino, con un ensayo denominado "Fotografías e Identidades en construcción".
Conté que mi abuelo fue albañil casi toda su vida, y que de él aprendí que se construye desde abajo y con otrxs, en soledad no se puede.

Ayer participé de una celebración por el año nuevo guaraní. 
...........

Comparto algo que acabo de leer, que me impactó, me hizo pensar en mi identidad, en esta firme idea sobre el hecho de que las identidades siempre están en construcción, no son fijas, no son estables, tienen que ver con herencias, elecciones, aprendizajes, saberes, encuentros con otrxs, descubrimientos...

...

QUÉ SABES DE TU ABUELA MATERNA?
Esta señora es muy importante para ti. ¿Por qué?
Porque es clave a la hora del traspaso de información genética y de programas.
Resulta que cuando ella estaba embarazada de tu mama, el feto ya tiene los ovocitos formados. Y de estos ovocitos, van a salir los dos millones de óvulos que tendrá tu mama durante su vida. Uno de estos óvulos, lleva tu nombre. Así que este óvulo lleva la información de la abuela.
¿A qué información te refieres?
A todo lo que la abuela vivió, sintió y cómo lo vivió. Si era el momento adecuado para tener hijos, si era deseado el embarazo, si se sentía protegida por su marido, ...etc. Saber que necesidades biológicas no tenía cubiertas la abuela. Todo esto y mucho más es información que se queda improntada en cada célula del feto. Por lo tanto llevas información de la abuela cuando estaba embarazada de tu mama.
¿Has oído hablar alguna vez que la genética a veces se salta una generación?
Pues es justamente esto. El óvulo del que sales lleva la información de la abuela materna.
¿Porqué de la abuela y no del abuelo?
Porque la abuela pone el óvulo y el abuelo el espermatozoide. Y el óvulo a parte de la información genética, lleva la información mitocondrial, que está en la membrana celular. Mientras que en el abuelo, la información mitocondrial está en la cola del espermatozoide, y como sabes en el momento de la fecundación, la colita se queda fuera. En la mitocondria es donde está guardada la información a niveles de programas que se heredan. Información biológica.
Y tú, ¿qué sabes de tu abuela materna?


...............

Mi abuela es Guaraní, y yo también.

¿Cuántas veces me dijeron que era igual a mi abuela Tomasa?
¿Cuántas veces, mamá? 
¿Cuántxs me escucharon contar la anécdota de cuándo me crucé con mi abuela en la estación de tren y me presentó como "La nieta de la que tanto le hablé" a una señora que había conocido en ese viaje de Retiro a José C. Paz?
¿Cuántas veces siento que soy igual a mi abuela cuando agarro a besos brutales a mi sobrino, a mis primxs, a los niñxs que son tan cercanos a mi vida?

¿Cuántas veces después de charlar con un/x desconocidx me voy riendo pensando "Cada vez soy más igual a la abuela"?
¿Cuántas veces digo lo que pienso/me parece/creo/siento, sin escrúpulos, sin intención de hacer daño, simplemente porque no puedo frenarlo...?
Infinidad de veces, todo.
Orgullosa de ser como ella. De llevar su legado, de transmitir su herencia.
De ser hija y sobrina de lxs hijxs que parió.

17 de septiembre de 2015

¡La cultura crece en el barrio!



“Mujer bonita es la que lucha"
La experiencia de Teresa.

Teresa es la presidenta de la cooperadora de la E.P.B. nº21 de José C. Paz, ubicada en el Barrio Frino, a unas 40 cuadras del centro José C. Paz. Entre las múltiples labores que realiza todos los días, también es quien abre las puertas los sábados para prestar el sum y que la escuela se transforme por unas horas en el Centro Cultural Barrio Frino; un espacio totalmente autofinanciado y gratuito que apuesta a la transmisión y creación de cultura.


Nos encontramos en la cocina de la escuela, que según nos cuenta mientras prepara pan casero, se guardan recuerdos de cómo brillaba y se podía cocinar para un batallón; pero hoy lamentablemente  padece la falta de presupuesto y la desidia del estado, así como también  la ausencia de cuidado de muchas personas que pasan por ahí a diario.
                La mezcla que Tere prepara, más tarde se transforma en una masa voluminosa que no para de crecer y estirarse en las manos de los niños, jóvenes, adultos y talleristas, que forman el Centro Cultural. El “Merendazo” surgió casi de improviso una semana antes cuando una de las nuevas talleristas vió la cocina con asombro y encontró las ganas y entusiasmo de Tere. “Hagamos una merienda el próximo sábado”, “Hagamos pan casero”, “Traigamos algo cada unx y hagámoslo entre todxs”.



Todxs ven a Tere como el corazón del Centro Cultural, quién logra que hoy en Frino un grupo de entusiastas puedan pasar de la potencia al acto. En la foto, siendo entrevistada por la FM Tinkunaco, una radio comunitaria de Sol y Verde, otro barrio de la periferia de José C. Paz, que emerge como parte del Centro Comunitario Belén y la más joven Biblioteca Popular Paulo Freire.



Tanto trabajo tiene su lógica; Tere es del barrio, sus hijos y nietos también. El barrio no tiene plaza, ni lugares de recreación. José C. Paz es pensada como una ciudad dormitorio, las personas socializan en los colectivos yendo a la Estación a tomar el tren hacia otros lugares.
El muy joven Centro Cultural Barrio Frino, representa para Tere y para el resto de sus integrantes, la posibilidad de transformación, de crecer por y para el lugar de donde es unx.
En la foto(arriba) se la ve a Teresa participando del taller de macramé, una de las actividades que funciona en simultáneo los días sábados, junto con varios talleres de guitarra, de siku, de fotografía, reciclado y teatro.
Tere posa, suelta aunque un poco nerviosa. No comprende su grandeza ni porque hacemos tanto alboroto a su alrededor. Tere cree que es sólo una más, y quizás lo sea, una más, pero de las fundamentales.
¡La cultura crece en el barrio!




10 de septiembre de 2015

Tu amor no está




¿Qué es el amor?

¿Es pensar en otrx con una sonrisa?
¿Qué nos llene la panza esa dulzura?
¿Será cuando duele un poco la cara de sonreír?
¿Es uno de los motores de lucha?

Si amo, quiero que esté bien.
Y me lo digo a mi también:
Amor es cuidarse;
unx al otrx,
unx del otrx,
unx mismx.




También el amor debe ser que  otrx sea parte de nuestras vidas, colocarlx en nuestros días. Que sea una decisión. Otrx entra en nuestros días pero no deja de ser otrx. Siempre es otrx porque unx cambia todo el tiempo… quizás por un día de sol, por el molino detrás de los árboles, por un llamado de atención, por un abrazo.

Las cosas tienen movimiento…


("difícil se hace más cuando uno olvida el corazón")












aún sin frenesí. 

7 de septiembre de 2015

...Mujeres. "No se nace mujer, se llega a serlo"

Ensayo Fotográfico – Catalina Bahía 

Septiembre 2015


Mujeres
“No se nace mujer, se llega a serlo.”
(Simone De Beauvoir)






Cadáver exquisito, o poesía a 8 manos, pensando el ensayo: “Mujeres”.




Mirar a otrxs para poder ver
El secreto a voces de lo oculto
Esconde musarañas antiguas
Florece la esperanza en las mañanas.
“Sos alma de diamante”
Transita lentamente en el reflejo
Del espejo infinito
De infinita esencia, de ancestral motivo
Las redes, los puentes, los mundos en construcción
El abrazo sin mesura del par
Da inicio a un nuevo comienzo
La resistencia eterna, la vida triunfa día a día.


Antonio González,
Camila Cygnes,
Mikel Efraín Anaya
y Catalina Bahía.


16 de agosto de 2015

Las tradiciones orales y las mujeres

Hace más de un día que tengo fiebre.

Estoy enferma y disfrutando de ser un poco malcriada. Tener a mamá con visitas “de médico” varios días seguidos me hizo volver a pensar sobre la identidad y la necesidad de tener una memoria. Y como siempre mis anteojos, eso que es algo así como el filtro con el que veo el mundo, me llevan a pensar en estas cosas.

Recibir amor es tan sustancial y satisfactorio como darlo. Entrar en ese jugueteo de te quiero me querés, te cuido me cuidás, lo necesitamos en general, multidireccionalmente y sobre todo si estamos enamoradxs o si es de mamá. 

Es loco porque pareciera que siempre es sólo de mamá. No de papá, o pareciera que no “hegemónicamente” de papá. ¿Será muy conspirativo pensar que quizás más que una cuestión de instinto sucede que las mujeres estamos más educadas para atender las necesidades del otro, por tanto y en cuanto aprendemos a dar amor de diversas formas: cuidados, atención, memoria, alimento?


A las mujeres, todavía hoy, se nos enseña a realizar actividades invisibles en la división sexual del trabajo. Todavía nos pagan el 27% menos en nuestros trabajos a nivel mundial. Todavía no tienen en cuenta cupos para diversos puestos en la mayoría de las entidades de orden público o privado de cualquier tipo (estaría bueno tener las encuestas a mano. Busquen, es importante). Hay múltiples cosas que pasan. Todavía, no hace falta afinar mucho el oído, nos siguen gritando “mamita”.

 A los hombres, además del  hecho jerárquico de estar en una situación de superioridad por su género y que debido a esto, como pareciera claro u obvio, todo lo que de ellos se trate es mejor; se les enseña tradicionalmente otros mandatos que podemos pensar a grandes rasgos como el deber ser “proveedores de las condiciones materiales del grupo”, viriles, luchadores y violentos.




Pero todo esto venía a que me enfermé y llamé a mamá. La llamé y vino casi corriendo y sin pensarlo. Por un lado aprovechó que está cerca, por otro sabe que si le pido que venga es porque estoy enferma y porque realmente lo necesito. Me preparó sopa, me limpió un poco la cocina, me recordó que tenía que comer y me trajo siempre todo a la cama. Tuve que explicarle que “capaz me venían a cuidar” para que se vaya a dormir a su casa, y después, por teléfono se cercioró: “¡ah bueno entonces me puedo quedar tranquila!”, me dijo y yo me reí diciéndole que sí.

Mi vieja capaz tiene un blog donde cuenta como es ser la madre paraguayo-argentina catequista cristiana de una joven (ejem) feminista. O capaz que no. Hoy descubrí que si escribiera podría contar demasiadas cosas.

La fiebre hizo que volvamos a pasar tiempo juntas. El dolor de cabeza me ayudó a poder aprender a callar, y algunas preguntas la hicieron contarme un montón de historias que no conocía, que no entendía, en las que hasta hace muy poco no había pensado. La historia que es ella, que son sus raíces, lo que también es gran parte de lo que soy. Todo lo que ella sabe o está descubriendo lo está narrando quizás por primera vez conmigo, y lo hace con una dulzura y gracia, que ojalá sean parte de tan bello legado.

Una vez me dijo “Si no te lo cuento a vos, ¿a quién se lo voy a contar?”.

Mi mamá es introvertida, o lo fue siempre en general, o nunca tuvo el espacio para relatarse. O nunca tuvo el tiempo o  la fuerza para hacerse valer. O nunca tuvo la pregunta.

Le debo tantas preguntas.

Necesito tantas respuestas.




Lucina me cuenta sus miedos de ayer y los de hoy. Lo que significó para ella que se muera la tía más antigua de la familia, “el pilar”, la que guardaba las tradiciones, la que fue la maestra más sabia para todos. Me contó lo que esto representó para ella al entender que esto era tan importante para su mamá. Dijo frases en un guaraní claro y con el cantito natural. Creo que nunca le dije que me parece un encanto. Me habló de como la tía sólo miraba a su hija los días antes de morir. Me habló del luto tradicional y del aggiornamento que plantea el evitar los colores intensos; también de la “novena”, esa reunión donde se reza un rosario durante 9 días seguidos en homenaje a los muertos. Me habló de lo importante que es valorizar y respetar lo que es importante para el que muere, pero también para el que vive.

Nunca había escuchado hablar con tanto amor a mi mamá y nunca la había visto más hermosa, con su cara rosada, su saco de lana y el pañuelo. Lloraba y se reía, se seguía narrando y me seguía contando.

Mamá me habló de su memoria, de mi historia; me habló de su mamá, que es mi amada abuela, también de otras mamás y otras hijas y lloramos un poco las dos juntas.




Hace más de un día que tengo fiebre.

Gracias.

15 de agosto de 2015

Contra el colonialismo interno


“¿Cómo traducir al castellano el término double bind propio de lo esquizo que usa Spivak? En aymara hay una palabra exacta para eso y que no existe en castellano: es pä chuyma, que significa tener el alma dividida por dos mandatos imposibles de cumplir”. Además, estos ejercicios de traducción, dice Silvia, revelan que hoy todas las palabras están en cuestión: “eso es signo de Pachakutik, de un tiempo de cambio”.

mirar con todo el cuerpo

La charla se desparramó sobre los saberes de sobrevivencia, los más inteligentes, los que hacen de la debilidad, una potencia.

“La voz insustituible es la de una misma. Contar la propia vida a una compañera de celda en una noche de insomnio es co-investigar, ser ya parte de la artesanía de la historia oral. Por eso lo fundamental es cuidar la libertad que se siente dentro de cada una y usarla para leer por afinidad: ustedes deben sentir que gobiernan la lectura, leer sólo lo que huele mejor, de atrás para adelante, por pedazos y, luego, escribir como un gesto de cuidado y de fidelidad con ustedes mismas, como un ejercicio de libertad”.

Y volvió a una receta, según ella imbatible: “cuando escriban, respiren profundo. Es una artesanía, es un gesto de trabajadora. Y cuando lean lo que escribieron, vuelvan a respirar hasta sentir que hay un ritmo. Los textos tienen que aprender a bailar”.

- See more at: http://www.revistaanfibia.com/ensayo/contra-el-colonialismo-interno/#sthash.cgwxrciF.dpuf


7 de agosto de 2015

BESO


Besarse en los rincones oscuros
besarse frente al rostro del guarda
besarse en la puerta de la Santa Catedral de todas las Canalladas 
besarse en la plaza de todas las Repúblicas
(o elegir especialmente aquellas donde todavía te matan por un sodomo y gomorro beso)
besarse delante de la foto del niño que también fuí
(y sentir que me hace un guiño para que siga, que no pare, que no interrumpa, porque le gusta ese beso…)
besarse sabiendo que nuestras salivas arrastran besos denegados/ opacados/ apagados/ cercenados/ mutilados/ hambrientos/ que no son solo los nuestros
que tu labios y los míos mientras rajan la tierra la construyen
y hay una historia de besos que el espanto no ha dejado ser
y que por eso te beso
lxs beso
me besás
besaremos
por eso el beso
beso

Susy Shock

30 de julio de 2015

La raíz es más fuerte



La historia es el viaje, nos canta pez. Los viajes tienen esa cosa de ser más que una crónica, más que un montón de imágenes y anécdotas.

Los viajes en avión, en autos, en colectivos, en motos, en lanchas, botes, barcos enormes, en trenes de corta y larga distancia; los viajes sentados en la cama frente a un libro, en un sillón mirando una película, en un café compartiendo una charla, en unos mates con un/a amigo/o sentados en una plaza, en los sueños despiertos de pelos enredados de dos compartiendo almohada en una cama.

Los viajes son más que todo, más que la suma de las partes, más que un diario, una descripción o un montón de sensaciones.

Los viajes nos encuentran con lo desconocido, con todo lo otro que nos hace también ver, reconocer  lo propio, aunque sea a la distancia. Nuestras fortalezas y debilidades dejan de estar latentes y se presentan como posibilidades o dificultades. La distancia de lo cotidiano nos genera un conflicto divino, nos lleva a reflexionar, a pensarnos, a extrañar o no, a poner a veces en palabras y otras en abrazos, o en sonrisas de ojos llenos de emoción.

Estoy sentada en una cama de hotel en Oruro, Bolivia. Tengo una amiga, que es más una hermana, en la cama de al lado. Las dos nos confesamos anoche, antes de subir al tren que nos iba a traer desde Uyuni, que extrañábamos mucho, que queríamos volver. Fue una confesión avergonzada, que encontró alivio al ver la coincidencia. “¿Qué extrañas tanto?” me pregunta otra amiga a la distancia. “¿De verdad quieren volver?” nos pregunta otra viajera con cara de sorpresa.

Extraño mi casa y mi cama. A mi gata Libertad, sus maullidos ensordecedores pidiendo comida o agua, su pelo suave y blanco como algodón, sus patitas sobre mí cada vez que me quedo quieta.
Extraño a mi mamá aunque pasemos tanto tiempo sin vernos. Extraño tenerla cerca y saber que si realmente la necesito ella viene corriendo, me abraza en silencio y me hace unos mates.

Extraño mi rutina, mi trabajo, mi música, mi comida. Extraño mi gente, que no es mía pero son tan parte de mí que mi sonrisa está incompleta: mi hermano, mi familia elegida, mi sobrino, ahijado y los niños de mi vida, mis amigues, mis compas de acá y allá, mis alumnos maravillosos, mis maestros de la vida. Extraño mis barrios, mis caminos cotidianos, mi bicicleta.

Extraño un corazón parecido al mío. Extraño encenderme con su mirada. Extraño la luz que irradiamos cuando estamos juntos. Extraño pensar que lo quiero con el nudo en la garganta y la cara de vergüenza que mira hacia abajo.



Soy un montón de ritualitos que me mantienen viva, soy emoción, soy corazón, temperamento e impulso. Soy todos los días igual, pero también un poco diferente. Sé que cuando esté en casa rodeada de todo, voy a extrañar esto de extrañar con los ojos húmedos. Es que soy también contradicción, en tanto soy también humana y amo, sufro, sangro, sueño, temo, deseo.

Soy entonces un montón de cosas, todas juntas en este cuerpo, con esta piel y estas tripas, con esta fuerza, esta fe y todo este camino recorrido y los que queden por recorrer. Soy la gente que la vida me cruzó, la que me dio amor y también dolor; la que sin saberlo iluminó otros caminos, la que fue agua para mi sed.

Pero soy también todo esto milenario; esta tierra, estas culturas, este sol que enceguece, esta altura sobre el nivel del mar. Soy el polvo que me parte la piel, soy el viento que me raspa la garganta, soy los condimentos que me pican la lengua, las hierbas que me ayudan a respirar mejor. Soy el vapor de las sopas, la luz de la luna, el frío de la noche. Soy un poco todo esto que descubro, que me antecede, que es parte de mi historia. Soy mujer, orgullosa, emocionada al ver en cada viaje tantas y tantas compañeras que construyen mundos. Soy latinoamericana, y aunque no tenga bandera me reconozco a pesar de las diferencias. Soy naturaleza, soy una parte ínfima de un todo maravilloso.

Empiezo a entender que mi “soy”, es más colectivo que individual… que esté donde esté “soy”, y que extrañar, amar y reconocerse también es parte de la historia.


No hay ningún apuro por llegar.

(el desorden de lo escrito, también es parte de esto que soy)

11 de julio de 2015

Qué es el Arte?



Qué es el Arte?
El arte es transmisión de vida.
El arte es hacerse cargo
del dolor y la alegría
de una época.
El arte es caminar
por la calle con vos.
El arte es andar con plata
en el bolsillo.
El arte es dar vida metafísica
a un mundo superfísico.
El arte es emerger de un viejo desorden
y construir un nuevo orden.
El arte es hacer reír y pensar a la gente.
El arte es tener talento
para vivir una vida maravillosa.

Federico Manuel Peralta Ramos
Buenos Aires, 1983

"Cuídese mucho"



el arte no cura el dolor de amor, nos enseña la muestra de la performer francesa Sophie Calle.


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"(...)
Pero hoy, el hecho de que acepte plegarme a su voluntad, a pesar de que echaré terriblemente en falta verla, hablar con usted, aprenhender de su visión de las cosas y los seres y su dulzura conmigo da cuenta de la importancia de la decisión que tomo.
Pase lo que pase, tenga presente que no dejaré de amarla de ese modo que me es propio como lo hice desde que la conocí, un modo que seguirá vivo en mí y, estoy seguro, no morirá.
Pero hoy, sería la peor de las farsas tratar de prolongar una situación que, lo sabe tan bien como yo, ya no tiene remedio por respeto al amor que le tengo y al amor que me tiene y que me obliga ahora a ser franco con usted, como un último tributo a lo que compartimos y que será, por siempre, algo único.
Me hubiese gustado que las cosas fuesen de otro modo.
Cuídese mucho.

X."

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"Espero que se te haya roto el amor de tanto usarlo".

27 de junio de 2015

Mirar y flotar








Intransigente


Me propongo disentir en voz alta, me permito imaginar volar sin dos alas en la espalda y ser intransigente si de amar se trata.
Pongo fuerza cada día para desandar mis miedos, para comprenderlos y entender porque son parte de mi. Traer al recuerdo los quince años, saber enamorarse sin mochilas en la espalda.
Al caminar hay que estar atento a las pintadas en las paredes 
porque hay en estas palabras 
rastros de belleza
que solamente pueden ser contemplados
deteniendo el tiempo y aquietando el paso.
“Si vamos a llorar”, afirman...
Si vamos a llorar tenemos que replantearnos los motivos porque nuestras lágrimas son sagradas
Hay que ser obstinados, y a la vez inquietos.
Hay que animarse a disponer de nuestros músculos como un grupo de nenes saltando al río desde la parte más alta de la orilla.
Lo que pasa es que, ellos saben que asumir ese riesgo es la única manera de flotar, aunque sea por un momento sobre el aire.
Hay angustias ajenas, hay angustias anónimas: sobre este paisaje nos movemos. Sobre este paisaje caminamos y nos quedamos quietos.
Hay una ciudad que nos contiene y que nos expulsa. Hay casas adentro de la ciudad y hay personas que viven adentro de estas casas. Incluso, a esta hora, algunas de esas personas estan durmiendo y otras estan despiertas porque tienen insomnio.
También hay personas que viven afuera de las casas y,
a esta hora, tambien hay personas que estan reunidas.
Estan reunidas porque estan declamando: queremos bailar pero no nos alcanza con la música 
queremos bailar también las ausencias y las omisiones, queremos bailar los embotellamientos y los silencios de las cuatro de la madrugada.

Queremos bailar pero no nos alcanza con la música.

Queremos bailar porque nuestros cuerpos estan vomitando poesía y estan masticando futuro.


Y no es que seamos ambiciosos. Solamente queremos ser libres.
Y ser intransigente si de amar se trata.

No dar el brazo a torcer, saber llorar si el pecho lo pide, estar dispuesto a poner el cuerpo en cada esquina, en todo abrazo. Saber construir ladrillo con ladrillo y romper las paredes si hace falta abrir ventanas.
Y ser intransigente si de amar se trata.

(de  por Nicolás Rallis Trío)

https://nicolasrallis.bandcamp.com/track/intransigente


El tiempo y la experiencia

“Usted entenderá que una mujer intensa, prioriza las historias intensas.” Le respondía en un acto de sinceridad, esperando abortar la aparente obligación de seguir expresando el no deseado encuentro.

Hay que ser clara y precisa. Se repetía.

Clara, precisa y coherente.

 Coherente.

El amor y el sexo no siempre van de la mano, entendía, no era un problema de comprensión, sino de piel. No podía pensar en exponer su piel a cualquier contacto, ella lo sabía, porque su epidermis estaba debilitada; no su alma, no su corazón, sí su superficie.

Debía tener ciertos cuidados; sabía de urgentes amores finitos e ilusiones absurdas, sabía amar
a mares… por algún tiempo,
intensamente… de forma breve,
brutalmente… por lo general,
arrasadora y pasajera como una tormenta sabía amar.

Sabía dar todo, por algún tiempo todo. Amaba sin miramientos. Se aburría; se daba cuenta que se aburría y eso la lastimaba, pensaba mucho y se iba.

“Intensa y fugaz”, le habían dicho alguna vez y la llevaron a pensar, a replantear,  a proyectar, a construir nuevas formas. Le golpearon los miedos con una pluma y los sacudieron.

Y pasó que le llevó tiempo y experiencia, más años de lo que había supuesto, orgullosos y maravillosos años; pero se convenció que el amor debería estar en el suelo, igualito que ella, así de humano no más, caminando al lado de una, charlando, saltando, moviendo la’ patita’, motivando, pensando, replanteando, riendo con muecas en los ojos, aceptando y negando según el caso, cuidándola a una y a los demás, conceptualizando juntos en qué consiste esto de amar…


… y con coherencia  amar.

15 de junio de 2015

Ni una menos.


Los días previos me sentí vacía,
Me sentí sola, angustiada.
Los días previos me sentí enferma,
Me sentí mal, decepcionada.
Los días previos fueron confusos,
De muchas emociones,
De poca resistencia.
De bajas defensas.


Puse mi cuerpo, me manifesté. Puse mi mirada, visibilicé.
Estuve con mi mamá y mi hermano.
Necesité volver a casa y dormir.
Me levanté con el sol y mi compañera bicicleta…
Respiré hondo, muy profundo.
Pensé en hoy, mi mundo hoy.
Paré para almorzar y escribir todo esto.
Escribir y decirme todo esto.

Quise y pude estar sola, necesité y construí soledad. Pensé en silencio, a los gritos y entre sollozos. Pensé y me dolió en los recuerdos y en el hoy, justo en el centro del pecho, en la boca del estómago, ahí donde me dijeron que se siente la “angustia”, esa señora que me mira desde lejos con cara de “No te me vuelvas a acercar, Cata, nosotras ya nos conocemos”.

Me alejé del amor y del dolor, lo destruí todo. Y resistí, y tuve fuerza y fé. Me dejé ser lo que soy y lo que quiera ser. Aprendí a construir por fuerza de convicción y trabajo. Me involucré en redes de personas, redes de contención, para no sentirme más sola, ni loca, ni errada, ni confusa, para saber aceptarme, festejarme, replantearme y cuidarme. Y aprendí. Aprendí muchas cosas de muchas situaciones y gentes, aprendí del tiempo, aprendí del dolor profundo. Aprendí nuevas formas de aprender, y ojalá a vivir aprendiendo.

Aprendí que amo y necesito volar como un pájaro, libre y protegida por una bandada aliada de vuelos.


Y es por esto que creo, por fuerza de convicción y trabajo, que el futuro es nuestro. El futuro es nuestro  y venceremos  todos los días a cuentagotas. Venceremos en abrazos dados, en sonrisas recibidas, en reclamos unidos, en múltiples formas seguiremos venciendo en pequeñas trincheras todos los días.