No nos despedimos
pero nos besamos al despertar,
igual que la mañana anterior
salí corriendo a mi hospedaje.
Esta vez los compromisos eran con un vuelo.
Me iba, pero no del todo
regresaba, no estaba segura quién.
Vibrante,
todos los sentidos en alerta.
Leve, aún con mi mochila a cuestas.
Sonriente, plena,
Consciente y mágica.
Lo bello es inmenso,
no deseo
menos que eso.