24 de marzo de 2010

Soy una malcriada.


Llego tarde al cumple de Cin y me esperan con mates y una mesa dulce, pero además se acordaron de mi vegetarianismo y organizaron un menú paralelo para mi. Todos se preocupan por como anda mi trabajo, mis estudios, mi sobrino… realmente hay un ambiente de hija ausente por la distancia que me hace sentir bien, me siento en familia, ellos también son mi familia. Y al otro día en el cole me esperan con el almuerzo, porque no se si ya dije que tengo compañeros de trabajo que son lo mejor del mundo, nos contenemos y trabajamos por formar la escuela que queremos.

Igual la cosa no para ahí, porque esta es mi semana del amor, como si el mundo se estuviera redimiendo por las semanas chotas que pasé anteriormente… y Mili me invita a visitarla y pasamos horas de charla y un cariño que no para un segundo de crecer entre mates amargos y panqueques de dulce de leche y unos papás soles que se ven hasta en los ojos de Mili, llenos de felicidad. Y es posta. Encima después llego a lo de Sofi que siempre es genia y caigo en la cena familiar, y te pasa que te sentís parte? No es mérito mío, esta gente es entrañable, y me dan de comer entre abrazos y risas y cargadas y mucho cariño. Me siento una malcriada y lo comento. Son como unos días de caricias al alma en abundancia. Y nos acostamos a dormir y creo casi con seguridad que me acuesto y me levanto sonriendo, y con ganas de contar que soy una malcriada feliz y que sólo me falta encontrarme con los Zorros hermosos en un rato para que estos últimos 3 días sean los mejores del año.


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