2 de abril de 2011

Vientodestino


La metamorfosis había pasado hace tiempo y volaban juntos por los jardines de lugares nuevos por conocer, y por los altos techos de una habitación que hoy comparten, tejiendo con suspiros de un amor que ya no busca ser racional, ni mucho menos objetivo, que es sin pensar, sólo sintiendo, siendo.

Ella le deja una notita en la heladera que le recuerda a él cada vez que va a preparar el desayuno que:

“-Mi casa suena armónica cuando hablás vos.

-La cama es más reconfortable.

-Es más dulce despertar.

-Cocinar es divertido (casi siempre).

- Bailar es una actividad cotidiana.

-Soy más libre cuando me contiene tu amor.

-Se respira felicidad”.

Hoy vuelan o caminan o nadan o hacen fiaca en la cama, sonriéndose a milímetros de distancia todas las mañanas que les quedan por vivir.

Hoy aceptan sus alas y disfrutan su vida, intensamente vivida.

No hay comentarios: