24 de julio de 2008

Don de eludir.

Fría y calculadora. Sí, esas palabras podrían definirme hoy. No, no cuento con el don de fluir, más bien es el don de eludir. Eludir tristezas, eludir responsabilidades, eludir alegrías, eludir sensaciones viejas y nuevas, eludir cariño, eludir odio, eludir bronca, eludir todas aquellas cosas que puedan alterar de algún modo cierta estructura absurda e incoherente que me dispongo a sostener sin motivo alguno más que complotar en mi contra. O quizá nada que ver, es sólo una sensación que aparece en este momento como un fantasma y... en un rato, tipo 13:30 o 14 hs. desaparece.

.::..:::..:

No puedo dormir más de dos horas seguidas sin despertarme. Quizá mi oso Horacio me haga maldades para interrumpir mi sueño porque siempre lo aplasto en la cama.

No hay comentarios: