19 de agosto de 2008

Annie Hall


Anoche vi la película de Woody Allen, me la habían recomendado y agradezco.

No me interesa hacer una sinopsis ni tengo las herramientas como para desarrollar una crítica interesante, sólo quiero decir que es una película que me gustó, todavía no tengo claro cuál fue el efecto que tuvo en mi, por eso prefiero escribir sin estructurar demasiado el pensamiento.

Las películas sobre relaciones son mi debilidad, me gustan los diálogos, recién ahora me doy cuenta que los prefiero sobre las acciones, cuestiones de gusto.

Tanto Annie Hall como otras que tocan temas comunes como rompimientos, desamor, crisis, soledad, angustia, amor no correspondido, o el enamoramiento de los primeros tiempos… películas que suelen enamorarme o lastimarme profundo cuando sus historias y personajes son consistentes, o despiertan temores hasta el momento dormidos, todas llevan a una conclusión más sana para disfrutarlas y no morir en el intento…

El amor es finito, no es altruista, no es desinteresado, pero cuando existe, cuando realmente está presente hasta en el aire que separa a los amantes, son momentos que quedan inmortalizados, como fotografías, cuadros, frescos, videos, o “paquetes de sensaciones”. No es importante, o no debe alterarnos, saber hasta cuando se repetirán esos momentos con la persona que amamos, si es un hecho que existan o hayan existido, ya es suficiente para darle un valor incalculable.

Nada más.

1 comentario:

Tati dijo...

a la mierda que te fuiste lejos para buscar ese posteo mio, que ni lo recordaba porque cuandolo escribi estaba bastante cargado de baileys y Jack Daniels!
De cualquier manera cuando lo escribi no estaba pensando en dedicarlo directa o indirectamente a vos. Ahora lo leo y veo que es pausible que sea interpretado asi, digamos que en un 50% podria estar hablando del dolinismo del que hable antes.

Si no se entendio no te preocupes que yo tampoco se bien de que hablo a estas horas.