24 de junio de 2008

.Vender la Historia.

Cada vez que me pongo a trabajar sobre mi tesis bajo la presión de alguna entrega parcial redescubro que la investigación histórica no es lo mío, al menos por el momento y bajo los programas de la carrera.

Sin embargo creo que el tema elegido fue acertado, me genera interés y ansias al encontrarme con material de lo más interesante.

La primera entrega fue simple: Definir el objetivo general y los objetivos específicos. La misma noche luego de la corrección comencé a redactar la introducción de forma casi instantánea.

Un mes más tarde tomo conciencia de que quedé estancada. En más de treinta días no avancé e incluso las lecturas se fueron al área literaria sin relación ni pudor alguno.

La segunda entrega consiste en la formulación del protocolo de investigación, algo así como el esqueleto del futuro cuerpo de contenidos. Dos días usé para definir algo que puede facilitarme o complicarme el trabajo. No funciono bajo presión, pero tampoco funciono de otra forma. Lo termino. Me gusta. Falta el título. “Su tesis es una publicación en potencia, el título la tiene que vender” nos dijeron reiteradas veces y he aquí el dilema, no quiero vender la historia, ya hay demasiados Pignas en los canales de televisión, radios y aulas de todos los niveles.
Pertenecer al sistema para sobrevivir, enseñar y transmitir corre sin fines de lucro.

(Y con esta entrega cerré el primer cuatrimestre de la materia con un lindo y feliz 9).

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